No sé qué tendrá el miedo a lo desconocido, pero crea en mí un malestar que me aterra y desequilibra. Aquello que conozco y he tratado tras años de experiencia, me tranquiliza y sosiega. Por eso, entre otras tantas cosas, lo admiro y me enamora, por su serenidad contra el estruendo.
No sé por qué solemos buscar las respuestas lejos. Al final se nos prevé de aquello que requerimos, sin tener que irnos más allá y calentarnos la cabeza.
No sé por qué hoy me siento melancólica, quizá sea por los cuarenta años en que la humanidad hizo amistad con el universo, quizá porque hoy me apetece confraternizar con mis recuerdos y cómo se han ido fundiendo en lo que ahora soy. Disfrutando de todas las estelas de este viaje, allí en mi recreo lunar.
Con su propia banda sonora: Estela y gratitud infinitas a ell@s, "las mujeres que ellas sueñan".
No sé cuales serían las emociones de Neil Armstrong momentos antes de pisar la Luna, pero yo seguramente estaría disfrutando de la sensación de ingravidez mientras observo las estrellas y veo la tierra, queriendo vislumbrar, como si de un goolzoom se tratase, todos los entresijos de ella.
No sé en qué proporción juega el destino sus cartas en cada una de las partidas, lo que queda claro es que está en la mesa sentado con su propia mano.
No sé cómo a veces, nos podemos olvidar de lo exótica y escitante que es la existencia. Nuestro día a día de urbanitas, nos hace perdernos lo importante "la vida", que al fin y al cabo es para lo que estamos aquí.
No sé por qué elegí la frase "Cerraré los ojos cuando te acuestes conmigo”, pero ahora que la releo puedo entender en ella mucho más de lo que en una primera lectura pude sacar, y me gusta. La siento cálida, acogedora y sexy, como la sangre.
No sé como mantener esas sensaciones de bienestar, que llegan en ciertos instantes y alargarlas en el tiempo. De repente, siempre llega un jarro de agua fría que te hace despertar y dá gracias no pilles una pulmonía.
No sé cómo buscarla y mucho menos cómo encontrarla, pero al final te das cuenta que todos actuamos de una misma forma ante todo en ésta vida, el problema estaría en cómo es cada cual. Nuestra actitud es la misma ante una tarde de shopping, que ante una discusión.¿Y me gusta?
No sé cómo parar esta máquina. El corazón no me late, bombea sangre estrepitósamente, y multitud de alternativas: aniversario RNE3, 1º día de algo llamado rebajas, y yo con el propósito de no malgastar y ser una buena consumidora de moda, emocionada con mi mesilla de noche.