Ciclos

No sé por qué los buenos momentos tienen que llegar a su fin. Sólo me queda la esperanza de que dicha ley también se dá con los malos.
Con su propia banda sonora: Moonlight drive y melancolía de final de verano.

Fotos antiguas

No sé por qué las personas, siempre tendemos a querer cambiar un aspecto de nuestra realidad.

Sé que forma parte de nuestro espíritu insatisfecho de ser humano, pero cuando vuelvo a aquellas fotos del pasado únicamente veo lo bueno de aquel momento, olvidándome ahora, de aquel aspecto que me hubiera gustado haber cambiado.

Sintíendome como el amigo de Berto y con su propia banda sonora: Veo visiones.

La fragilidad de la realidad

No sé cómo sentirme. Es uno de esos momentos, en los que entras en ese estado de shock que no te permite pensar, mientras miles de ideas se te agolpan en la cabeza esperando su turno para justificarlo.

Igual que siento la fuerza del soul de Amy o la voz desgarrada de Kurt, hoy también percibo la fragilidad de sus letras, como el luto que se le guarda al ser amado. Porque lo que fue real y lleno de vida, ya ha quedado destrozado en el andén de una carretera.

Con su propia banda sonora: 5353456 y recuerdos .

Que dulsesico ha sido!

No sé cómo se sitió Cecilia Vanger cuando se enteró de todo, ni cómo serían sus sentimientos ahora, hacia Mickel. Lo que tengo muy claro y que estos días he podido comprobar, es que las estrellas siguen existiendo, que las personas únicas también y que los dulces saben más dulces que nunca, con buena compañía.

Tras afilar el hacha, retorno a envolverme en mi sweet reality, más morena y con nuevas ilusiones en el horizonte. Mientras, me voy entregando a la complicidad de los silencios.

Con su propia banda sonora: I gotta feeling y no deseando que fuera de otra forma.

Mil gracias por vuestros tiempos.

La fuerza de las Divas

No sé cómo Sabrina tiene fuerzas para poder volver a cantar "La Vie en Rose", después de las suposiciones de Bogart, que no se quedarán más que en eso, en simples suposiciones.

No puedo seguir más allá de esa escena. Pero eso sí, veo cómo en los detalles que ve en la vida Sabrina reside la hermosura que la racionalidad de Linus no le permite ver.

Con su propia banda sonora: La Vie en Rose y haciendo las maletas hacia Paris.

Los mares de china

No sé que meter aún en la maleta. Cuando una se va para la playa en plan relax tiene claras varias cosas: unos bikinis, un libro, un par de camisetas, unas chanclas y mucha tranquilidad.

Aunque son evidentes algunas cosas, hay otras que no tengo ni idea, y ni ganas de pensar sobre ellas, me siento como una veleta que disfruta de la brisa, que la va lanzando de un lado a otro.

Con su propia banda sonora: Cualquier otra parte y mareada de satisfacción.

Bikini, trikini, tankini o monokini?:-o

No sé si mañana encontraré el bikini de Poison, o un monokini pin-up, pero eso sí, luego toca pasarse por una tienda de armas de fuego y pillarme mis propias "machine guns". Actitud no falta y tal y como he podido ir aprendiendo entre las tapas de mi último aliado: el estilo reside en la parte más inmaterial de las cosas.
No soy una Coco Chanel y su afirmación me queda muy lejana, no obstante me contento con los momentos en que me lo creo.
Con su propia banda sonora: En el Aszensor y anhelando momentos y fotos moñiles.

Más madera!

No sé dónde reside el miedo a la tecnología. Generación tras generación hemos ido disfrutando de ella y pudiendo enriquecernos.

Desde el concepto anárquico de la vida de los Hermanos Marx, dándole una vuelta de tuerca al más madera, pasando por las primeras apariciones de Elvis Presley, que empezaban a escandalizar a toda la familia, en frente del televisor, con su descaro más húmedo. Hasta hoy en día con Corys Kennedy cómo definición i-celebrities con esto de la era de la comunicación, seguida por toda una generación.

Con su propia banda sonora: My generation y desbordada de aprendizajes.

Maná

No sé por qué tenemos la tendencia a pensar que sólo de pan vive el hombre, cuando son esas cosas insustanciales las que te alimentan en el día a día. La sonrisa de un ser querido, la melodía de una canción o la alegría de mi Jarry al volver a casa, me nutren cada jornada.

Así que seguiré buscando cada una de ellas y engordando de placer.

Con su propia banda sonora: Arte y agradecimiento.

El descanso del guerreo

No sé por qué Juliette eligió el momento de la chorrá para interpretar mi canción favorita, pero estaba claro que no estabamos hablando la misma lengua.

Al final, con las espectativas cumplidas y con reencuentros deseados, el festival fue la culminación de una gran semana, a pesar de los altibajos iniciales.

Con su propia banda sonora: Carry me home y resaca.

Complejidad

No sé cómo animarme para el conciertazo de esta night. Quizá sea por el subidón de ayer, la semana de estrés o por el calor de estas tierras, pero en estos momentos se hace cuesta arriba. Aunque tengo muchas ganas, las energías no acompañan. No obstante la complejidad de las cosas hace que sean más atractivas e interesantes.

Con su propia banda sonora: Hardly wait y calzándome mis converse festivaleras.