No sé por qué sospechaba que ese tenía que ser su nombre. Un nombre que te lleva a ser la protagonista de una novela, a vivir historias y sentimientos, cuestionados y palpados.Ese es el nombre de las mayores de las adicciones, de las que no se olvidan, de las que al recordarlas, te hace volver a percibir que lo llevarás contigo toda la existencia.
No sé en que lugar de la locura reside el deso de la muerte. Pero no más lejano ni arduo, que en del sufrimiento e infelicidad perpeutua.
Ella ni si quiera le miró, simplemente con un hilo de voz sentenciero pudo decir-y en este punto ¿quién ama menos a quién?
No sé si todo seguirá con esta buena honda, pero que la Roja ganara el mundial y todo lo deparado en el 2010, hace que sienta la fragilidad de la felicidad y me da miedo.
Quiero disfrutar de cada uno de los momentos sin pesar en el mañana, sin la paranoia del futuro y la debilidad del ser.
Con su propia banda sonora: Do it y bronceado.
No sé qué ha podido pasar, pero durante unos días me he olvidado de todo. Quizá la agustez, quizá la apretada agenda o quizá los preparativos del summertime, pero la ausencia hace que todo vuelva a ganar el encanto de lo nuevo.Los ciclos nos ayudan a ponernos nuevos objetivos y a olvidar los propósitos ya entumecidos. Todo un verano lleno de conciertos, sin agobios de calor y con reencuentros esperados. Con su propia banda sonora: Blue hotel y un nuevo yo.