No sé como actuaría si después de estar un buen rato tranquila y refrescándome, de repente se hace la luz, para permite ver un ahugero negro. Seguramente estaría desesperada e irascible, así que atacaría a todo aquel que se cruzase por mi camino.
Con el calor vuelve el tiempo de relax y algunas fobias veraniegas, que tantas veces me han hecho fijarme en zonas más profundas, para colgarmelas más tarde sobre los hombros.
Empatizando con la pitón, con mis propios miedos dentro de la tapa del W.C. y su propia banda sonora: Summer Fun
