No sé como volver a la rutina a la que septiembre
me empuja, a pesar que es algo que ansío y necesito cada año.
Tras un verano lleno de primeros momentos, que permanecerán
por siempre en mi recuerdo, ya he comprado mi primer coleccionable.
Por fin, ayer tocó a la puerta entreabierta,
colándose a puntillas en casa, se recostó en el sofá y nos arropo de esta suave
brisa otoñal. Mientras, nosotros caíamos dormidos viendo Sésamo Street.
Con su propia banda sonora: Lucha de gigantes y nuevos ciclos.