jueves, 15 de octubre de 2009

De madera

No sé por qué la loba guardaba a sus cinco lobeznos detrás de una escoba, pero hoy el mio se ha acurrucado al lado de su madero.
El día se ha despertado confuso, con un calentador roto que no deja que me pegue mi ducha matutina. Y en mitad de la desesperación y sólo queriendo tener momentos tranquilos previos a las citas ya predefinidas, mi lobezno ha sabido sacar sus garras al más puro estilo X-men.
Con su propia banda sonora: Baby, I love you y sabor a yodo.